Según el MSPAS e IGSS:

Debe administrarse a los 2, 4 y 6 meses.

Según el MSPAS, la vacuna pentavalente puede ser administrada hasta antes de cumplir los 7 años, para recuperar las dosis no administradas. Deben administrarse 3 dosis.

• Si un niño ha tenido reacciones alérgicas graves a alguna de las vacunas individuales incluidas en la vacuna pentavalente, es posible que se requiera una evaluación cuidadosa antes de administrarla. El médico o alergólogo puede determinar si la vacuna es segura o si se deben tomar precauciones adicionales, como la administración de medicamentos para prevenir reacciones alérgicas.
• Si un niño tiene alguna enfermedad subyacente o inmunodeficiencias, es importante consultar con un médico o pediatra para determinar la mejor manera de administrar la vacuna de manera segura y efectiva.
• En algunos casos, ciertos medicamentos pueden interactuar con la vacuna pentavalente, disminuyendo su eficacia o aumentando el riesgo de efectos secundarios. Si un niño está tomando algún medicamento, es importante informar al médico antes de administrar la vacuna para evaluar posibles interacciones.

Contraindicaciones (no debe administrarse la vacuna):

Si un niño ha tenido una reacción alérgica grave (anafilaxia) a una dosis anterior de la vacuna pentavalente.

Precauciones (la vacunación debe posponerse, al menos que el beneficio de la protección supere el riesgo de una reacción adversa):

1. Si un niño tiene fiebre en el momento de la vacunación, puede considerarse posponer la administración de la vacuna hasta que se recupere. 

2. En caso de trastornos de coagulación o uso de medicamentos anticoagulantes, se deben tomar precauciones especiales durante la administración de la vacuna para minimizar el riesgo de hemorragia.

3. En niños con inmunodeficiencia congénita o adquirida, se pueden requerir ajustes en la administración de la vacuna. Esto puede incluir la consulta con un especialista en enfermedades infecciosas o inmunología para determinar la mejor estrategia de vacunación.

4. Si un niño tiene antecedentes de convulsiones con o sin fiebre, es importante discutirlo con el médico antes de administrar la vacuna. En algunos casos, puede ser necesario evaluar la relación riesgo-beneficio antes de la vacunación.

• Si un niño ha tenido reacciones alérgicas graves en el pasado, ya sea a la vacuna pentavalente o a alguna de sus componentes, es importante informar al médico. Pueden ser necesarias precauciones adicionales o evaluaciones antes de administrar la vacuna.
• Si el niño tiene una enfermedad grave o está recibiendo tratamientos médicos intensivos, es importante discutirlo con el médico antes de administrar la vacuna. En algunas situaciones, puede ser necesario posponer la vacunación hasta que el niño se recupere o se estabilice.

Si después de recibir la vacuna pentavalente experimenta signos de una reacción alérgica grave como ronchas en el cuerpo, hinchazón de la cara y la garganta, dificultad para respirar, latidos acelerados del corazón, mareos o debilidad, debe asistir al hospital o centro de atención médica más cercano.