Uso responsable de antibióticos: protege tu salud y la de los demás
El uso correcto de antibióticos es esencial para tratar infecciones y prevenir la resistencia bacteriana. En este artículo encontrarás información sobre los diferentes tipos de antibióticos, cuándo son realmente necesarios y la forma adecuada de tomarlos para proteger tu salud y evitar riesgos para ti y tu comunidad.
¿Qué son los antibióticos y cómo funcionan?
Los antibióticos son medicamentos que se utilizan para combatir infecciones bacterianas.
Su función es evitar el crecimiento y reproducción de la bacteria hasta eliminarla por completo.
¿Para qué tipos de infecciones se usan los antibióticos?
Los antibióticos son utilizados para tratar infecciones causadas específicamente por bacterias. Entre ellas se encuentran: Neumonia, Tuberculosis, Infecciones Urinarias, Infecciones de Piel, Infecciones Gastrointestinales, algunas Enfermedades de Transmisión Sexual y Amigdalitis Bacterianas. Entre situaciones especiales, los antibióticos se utilizan después de ciertos tratamientos dentales o procedimientos quirúrgicos para prevenir infecciones, especialmente en pacientes con mayor riesgo de complicaciones.
¿Cómo diferenciar una infección viral de una bacteriana?
Las infecciones virales y bacterianas pueden causar síntomas similares, pero hay algunas diferencias clave. Las infecciones virales suelen causar síntomas generales como fiebre, congestión, tos y malestar, y generalmente mejoran solas en pocos días sin antibióticos. En cambio, las infecciones bacterianas suelen provocar síntomas más localizados, como dolor intenso, inflamación o pus, y pueden requerir tratamiento con antibióticos. Sin embargo, solo un médico puede hacer un diagnóstico preciso mediante examen y, a veces, pruebas específicas. Por eso, es importante no automedicarse.
¿Cuándo NO se deben usar los antibióticos?
Los antibióticos no deben ser utilizados para tratar infecciones virales como la gripe o resfriado, tos, fiebre, dolor de garganta o dolor de oído. El uso innecesario de antibióticos puede causar efectos negativos en la salud y desarrollar la resistencia a antibióticos. Por eso solo deben ser tomados si son recetados por un médico.
¿Qué es la resistencia a antibióticos (o resistencia antimicrobiana)?
La resistencia a antibióticos, es un problema en la salud pública y sucede cuando la bacteria a tratar se adapta y ya no responde al antibiótico, lo que hace más difícil eliminar la infección y abordar la enfermedad.
Tipos comunes de antibióticos
Existen diferentes tipos de antibióticos, cada uno diseñado para combatir distintos tipos de bacterias. Algunos actúan matando directamente a las bacterias, mientras que otros inhiben su crecimiento. Por eso, es importante usar el antibiótico adecuado según la infección y siempre bajo prescripción médica.
¿Qué pasa si uso antibióticos sin necesitarlos?
Tomar antibióticos sin tener una infección bacteriana o sin indicación médica contribuye al desarrollo de resistencia bacteriana. Esto puede hacer que en el futuro los tratamientos sean menos efectivos, aumenten los costos médicos y se prolonguen los días de estadía en el hospital debido a infecciones más difíciles de controlar.
¿Qué efectos secundarios pueden causar los antibióticos?
Es importante solamente tomar antibióticos cuando un médico lo indique, ya que los antibióticos suelen causar efectos secundarios, por lo que tomarlos de la manera correcta ayuda a reducir estos efectos. Además un médico puede recetar un medicamento complementario para reducir estos efectos.
Entre los efectos secundarios más comunes de tomar antibiótico se encuentra la diarrea y colitis (inflamación del colon), debido a la alteración del equilibrio normal de la microbiota intestinal, conocido más frecuente como microbiota intestinal.
Otro efecto secundario grave es el desarrollo de una infección sobreañadida, también conocida como superinfección, que ocurre cuando nuevos microorganismos aprovechan el desequilibrio en la microbiota causado por el tratamiento.
Algunos de los efectos secundarios leves incluyen náuseas, dolor de estómago, mareos y reacciones leves en la piel como el sarpullido, los cuales desaparecen con los días al suspender el tratamiento.
¿Por qué es importante completar el tratamiento con antibióticos, aunque ya me sienta mejor?
Es importante que la persona complete el tratamiento con antibióticos aunque ya se sienta mejor, porque detenerlo antes puede permitir que algunas bacterias sobrevivan y se vuelvan resistentes al medicamento. Esto puede hacer que la infección regrese, sea más difícil de tratar y contribuya a la resistencia bacteriana, un problema de salud pública.
Importancia de tomar los antibióticos a la hora indicada
Tomar los antibióticos a la hora indicada es muy importante porque ayuda a mantener una cantidad constante del medicamento en el cuerpo. Esto permite que el antibiótico funcione mejor para eliminar las bacterias que causan la infección. Si no se toman a tiempo, las bacterias pueden sobrevivir, y el tratamiento puede no ser efectivo. Además, tomar los antibióticos correctamente ayuda a prevenir que las bacterias se vuelvan resistentes y dificulte futuros tratamientos.
En los niños, el uso de antibióticos requiere especial cuidado porque su cuerpo y sistema inmunológico aún están en desarrollo. Las dosis deben ajustarse según el peso y la edad para evitar sobredosis o subdosificación. Además, algunos antibióticos pueden afectar el crecimiento dental o causar efectos secundarios específicos, por lo que siempre deben ser prescritos y supervisados por un médico pediatra. Es importante completar el tratamiento para evitar resistencias y recaídas.
En los adultos mayores, el metabolismo y la función de los riñones pueden estar disminuidos, lo que afecta la manera en que el cuerpo procesa los antibióticos. Por eso, las dosis pueden necesitar ajustes para evitar toxicidad. Además, los adultos mayores suelen tener más enfermedades crónicas y tomar varios medicamentos, lo que aumenta el riesgo de interacciones medicamentosas. Es clave que un médico supervise el tratamiento para asegurar eficacia y seguridad.
Durante el embarazo, el uso de antibióticos debe ser muy cuidadoso para proteger tanto a la madre como al bebé. Algunos antibióticos pueden atravesar la placenta y afectar el desarrollo del feto, por lo que solo se deben usar los que sean seguros según el trimestre de embarazo. Siempre debe haber una valoración médica que considere los beneficios y riesgos antes de iniciar un tratamiento con antibióticos en embarazadas.
Mitos comunes sobre los antibióticos
Los antibióticos curan cualquier infección:
Falso, los antibióticos únicamente curan enfermedades causadas por bacterias
Si me siento mejor, puedo dejar de tomarlos: Falso, no se recomienda suspender los antibióticos al sentir mejoría, ya que el interrumpir el tratamiento puede impedir la eliminación completa de las bacterias.
Son útiles para tratar la gripe o el resfriado: Falso, los antibióticos no son útiles para tratar gripes o resfriados, ya que estas enfermedades son causadas por virus y los antibióticos son efectivos únicamente con infecciones causadas por bacterias.
Puedo usar el mismo antibiótico que me funcionó antes: Falso, no es recomendable usar el mismo antibiótico que se funcionó antes, debido a que la nueva infección puede estar causada por una bacteria diferente.
Tomar antibióticos “por si acaso” es una buena idea para evitar enfermarse: Falso, el tomar antibióticos “por si acaso” no es una buena idea, ya que no previene enfermedades y contribuye al desarrollo de resistencia a antibióticos, además aumenta el riesgo de padecer efectos secundarios innecesarios.
Se puede tomar una tableta para el dolor o para cortar la gripe: Falso, los antibióticos no son medicamentos para aliviar el dolor ni para cortar la gripe. La gripe es causada por un virus y la función de los antibióticos es eliminar bacterias.
¿Qué hacer si se olvida una dosis de antibiótico?
Si se olvida tomar una dosis de antibiótico, lo primero es tomarla tan pronto como se recuerde. Sin embargo, si ya está casi la hora de la siguiente dosis, es mejor no tomar la dosis olvidada para evitar tomar dos dosis muy juntas. Nunca se debe duplicar la cantidad para compensar la dosis perdida. Lo ideal es seguir el horario habitual y continuar con el tratamiento hasta completarlo, para asegurar que el antibiótico funcione correctamente y evitar resistencias. En caso de dudas, siempre es recomendable consultar con el médico.
¿Se puede tomar alcohol al estar en tratamiento con antibióticos?
En general, no se recomienda consumir alcohol mientras se está tomando antibióticos. El alcohol puede interferir con la eficacia del tratamiento y aumentar el riesgo de efectos secundarios como náuseas, mareos, dolor de cabeza o problemas digestivos. Además, algunos antibióticos específicos pueden causar reacciones más graves si se combinan con alcohol. Por eso, lo mejor es evitar el alcohol durante todo el tratamiento y consultar siempre con el médico.
¿Cuando se tiene flema verde es porque es una infección bacteriana?
No necesariamente. La flema verde no siempre indica una infección bacteriana. El color verde en la flema se debe a la presencia de células del sistema inmunológico que combaten la infección, y puede aparecer tanto en infecciones virales como bacterianas. Por eso, el color de la flema por sí solo no es un criterio definitivo para saber si la infección es bacteriana ni para decidir usar antibióticos. Siempre es mejor que un médico evalúe los síntomas para determinar el tratamiento adecuado.
¿Por qué no deben usarse antibióticos que le han sobrado a algún familiar?
No se deben usar antibióticos que hayan sobrado a algún familiar porque cada infección es diferente y requiere un tipo específico de antibiótico, en dosis y duración adecuadas. Usar un medicamento sin receta ni supervisión puede ser ineficaz o incluso peligroso, ya que puede no eliminar la bacteria correctamente y favorecer la resistencia. Además, el antibiótico sobrante puede estar incompleto o vencido, lo que reduce su efectividad y aumenta riesgos para la salud. Siempre es mejor consultar al médico para recibir el tratamiento correcto.
Referencias