Muchas enfermedades cardíacas, como la hipertensión o la aterosclerosis, no presentan síntomas evidentes hasta etapas avanzadas. Las pruebas de rutina son cruciales para detectar problemas tempranos.

Las mujeres también tienen un alto riesgo de sufrir enfermedades cardíacas, especialmente después de la menopausia. De hecho, las enfermedades cardiovasculares son una de las principales causas de muerte entre las mujeres.

Las personas delgadas también pueden tener colesterol alto y ser vulnerables a las enfermedades cardiovasculares. El colesterol elevado depende de múltiples factores, como la genética, la dieta y el estilo de vida.

Aunque a algunas personas con alto riesgo se les recomienda tomar aspirina para prevenir infartos, no es adecuada para todos. Tomarla sin control médico puede causar efectos secundarios, como hemorragias.

El cuerpo necesita grasas saludables, como las grasas monoinsaturadas y poliinsaturadas, que pueden encontrarse en alimentos como el aguacate, el aceite de oliva y los frutos secos. Las grasas trans y saturadas, presentes en alimentos procesados, son las que se deben evitar.

El estrés crónico puede afectar al corazón de muchas formas, como elevando la presión arterial y fomentando conductas poco saludables, como comer en exceso, fumar o beber alcohol en exceso.

No hay suficiente evidencia científica que respalde que los suplementos de vitaminas o antioxidantes puedan prevenir las enfermedades cardíacas. Es mejor obtener estos nutrientes a través de una dieta equilibrada rica en frutas y verduras.

Aunque una historia familiar de enfermedades cardíacas aumenta el riesgo, cualquier persona puede desarrollar problemas cardíacos debido a factores de riesgo como una mala alimentación, sedentarismo o fumar.

Aunque algunos estudios sugieren que el consumo moderado de vino tinto podría tener beneficios para el corazón, no es una recomendación universal, y el consumo de alcohol puede tener muchos riesgos, como hipertensión, obesidad y dependencia.

Muchas enfermedades cardiovasculares se desarrollan de forma lenta y silenciosa. Las revisiones médicas periódicas son esenciales para detectar cualquier señal de advertencia temprana.

Reducir el consumo de sodio es beneficioso para todos, ya que puede ayudar a prevenir la hipertensión y proteger el corazón a largo plazo, incluso en personas con presión arterial normal.

Existen otros problemas cardiovasculares graves, como los accidentes cerebrovasculares, la insuficiencia cardíaca y las arritmias, que también pueden ser fatales o causar discapacidades importantes.