Detección temprana del cáncer de mama

La detección temprana del cáncer de mama es crucial para la supervivencia. Las mamografías regulares, los exámenes clínicos y la concientización son fundamentales. Conocer tus senos, identificar cambios y mantener un diálogo con tu profesional de la salud puede marcar la diferencia en el pronóstico y el éxito del tratamiento.

¿Cómo puedo prevenir y/o detectar temprano el cáncer de mama?

1. La detección temprana y la prevención del cáncer de mama son fundamentales para mejorar las tasas de supervivencia y reducir su impacto.
2. Revisa las guías para saber cuándo y con qué frecuencia realizar mamografías.
3. Conoce los factores de riesgo para evitar su exposición.
4. Autoexamina tus senos y, si notas cambios, consulta a tu médico para un seguimiento adecuado.

Medidas para la prevención del cáncer de mama

Las siguientes medidas pueden ayudar a disminuir el riesgo de desarrollar cáncer de mama:

  • Mamografía: Las mamografías son radiografías de los senos y son la herramienta más importante para la detección temprana. Se recomienda que las mujeres de 40 años en adelante se realicen mamografías de forma regular. Las personas con antecedentes familiares de cáncer de mama u otros factores de riesgo, pueden comenzar antes.
  • Autoexamen de mamas: Realizar regularmente el autoexamen de mamas si no tiene acceso a las mamografías es importante para detectar cambios en la textura, forma, tamaño o sensibilidad de los senos. Aunque el autoexamen no es un sustituto de otras pruebas de detección, puede ayudarte a identificar anomalías tempranamente.
  • Exámenes físico de senos: Durante los exámenes médicos regulares, el médico o profesional de la salud puede realizar un examen físico de los senos para detectar cambios o anomalías.
  • Conocer los factores de riesgo: Comprender los factores de riesgo personales y familiares ayudará a tomar decisiones informadas sobre las pruebas de detección y las medidas de prevención. Si tienes antecedentes familiares de cáncer de mama, consulta con tu médico para determinar si necesitas un enfoque más vigilante.
  • Estilo de vida saludable: Mantener un estilo de vida saludable que incluya una dieta equilibrada, ejercicio regular y limitar el consumo de alcohol. Estos factores pueden contribuir a reducir el riesgo de desarrollar cáncer de mama.
  • Amamantar: La lactancia materna se ha asociado con un menor riesgo de desarrollar cáncer de mama. Si tienes la opción y puedes amamantar a tu bebé, considera hacerlo.
  • Evitar la exposición a factores de riesgo conocidos: Limitar la exposición a la radiación ionizante y la terapia de reemplazo hormonal después de la menopausia.
  • Consultar a un profesional de la salud: Si notas cambios en tus mamas, como bultos, hundimientos, enrojecimiento, secreciones inusuales o dolor persistente, consulta a un médico de inmediato. No ignores los síntomas.
  • Educación continua: Mantente informada sobre el cáncer de mama y las últimas pautas de detección y prevención. La información actualizada ayuda a tomar decisiones informadas sobre tu salud.

Frecuencia de mamografías para mujeres con riesgo promedio

Es importante conocer las recomendaciones de la Sociedad Americana Contra el Cáncer para la detección del cáncer de mama en mujeres con riesgo promedio. Una mujer tiene riesgo promedio sí no tiene antecedentes personales de cáncer de seno, un antecedente familiar de cáncer de seno significativo, una mutación genética conocida que aumente el riesgo de este cáncer (como en un gen BRCA) y no recibió radioterapia dirigida al tórax antes de los 30 años de edad. 

  • Las mujeres de 40 a 44  años tienen la opción de iniciar la detección con un mamograma (mamografía) cada año.
  • Las mujeres de 45 a 54 años deben someterse a un mamograma cada año.
  • A partir de los 55 años, las mujeres pueden cambiar a un mamograma cada 2 años, o pueden optar por continuar con sus mamogramas anualmente. Los exámenes de detección deben continuar siempre y cuando la mujer se encuentre en buen estado de salud y se espera que viva al menos 10 años más.

Frecuencia de mamografías y resonancia magnética para mujeres con alto riesgo

Según la Sociedad Americana Contra el Cáncer, las mujeres que están en alto riesgo de cáncer de seno, basándose en ciertos factores, deben someterse a una imagen de resonancia magnética (MRI) de los senos y a una mamografía cada año, por lo general a partir de los 30 años. Se recomienda tomar la decisión de cuando comenzar con su médico de cabecera, tomando en cuenta los factores de riesgo y preferencias personales. Las mujeres que tienen alto riesgo incluyen:

  • Tienen un riesgo de padecer cáncer de seno durante su vida de aproximadamente 20% a 25% o mayor, de acuerdo con los recursos de evaluación del riesgo que se basan principalmente en el antecedente familiar (el recurso que se utilice para la evaluación depende de la preferencia del médico).
  • Tienen una mutación conocida del gen BRCA1 o del gen BRCA2 (basándose en pruebas genéticas).
  • Tienen un pariente de primer grado (madre, padre, hermano, hermana o hija) con una mutación del gen BRCA1 o BRCA2, y no se han sometido ellas mismas a una prueba genética.
  • Han sido sometidas a radioterapia en el área del tórax (pecho) cuando tenían una edad de entre 10 y 30 años.
  • Tienen el síndrome de Li-Fraumeni, de Cowden o de Bannayan-Riley-Ruvalcaba, o tienen parientes de primer grado con uno de estos síndromes.

¿A dónde puedo ir para hacerme una prueba de detección?

Puedes hacerte la prueba de detección del cáncer de mama en un centro médico, un hospital o en una clínica. La mayoría de los planes de seguro médico están obligados a cubrir los costos de la mamografía, cada uno a dos años, para las mujeres a partir de los 40 años de edad.

Aprende sobre los 12 síntomas más comunes para la detección del cáncer de mama

Factor de riesgo asociado a genes BRCA1 y BRCA2

Dentro de los factores de riesgo para recibir un diagnóstico de cáncer de mama está la presencia de mutaciones de alto riesgo heredadas, como BRCA1 y BRCA2. Sin embargo, estas mutaciones están presentes únicamente en el 10-20% de todos los diagnósticos de cáncer y las mujeres que presentan estas mutaciones heredadas desarrollan el cáncer en edades avanzadas (70 – 80 años).

¿Qué son estos genes?

Los genes BRCA1 y BRCA2 producen proteínas que reparan el ADN dañado. Mutaciones en estos genes, llamadas variantes patogénicas, pueden inactivar su función de supresión tumoral, aumentando el riesgo de desarrollar cáncer, especialmente a edades tempranas. Mutaciones en BRCA1 (ubicado en el cromosoma 17) y mutaciones en BRCA2 (en cromosoma 13) se asocian con mayor riesgo de cáncer de mama, ovario y otros tipos.

Si bien existen pruebas para identificar estas mutaciones, actualmente no se recomiendan para el público en general. Los expertos las aconsejan en casos con mayor probabilidad de presentar estas mutaciones, como individuos con antecedentes familiares de ciertos tipos de cáncer. Esta información puede ayudar a reducir riesgos o detectar el cáncer tempranamente y guiar la elección del tratamiento en pacientes diagnosticados.

Beneficios de las pruebas de detección

El beneficio principal de las pruebas de detección es que se puede encontrar el cáncer en sus etapas iniciales, cuando es más fácil de tratar.

Otra serie de beneficios significativos son:

  • Aumento de las tasas de supervivencia: La detección temprana del cáncer de mama a través de pruebas de detección puede llevar a tasas de supervivencia más altas. Las mujeres diagnosticadas en las etapas iniciales suelen tener un mejor pronóstico y pueden requerir tratamientos menos agresivos.
  • Menos tratamientos invasivos: Cuando el cáncer de mama se detecta en etapas tempranas, es más probable que se puedan utilizar tratamientos menos invasivos, como la cirugía conservadora de la mama en lugar de una mastectomía completa.
  • Mejora de la calidad de vida: La detección temprana del cáncer de mama puede ayudar a evitar que la enfermedad se propague a otras partes del cuerpo, lo que a su vez reduce la necesidad de tratamientos más intensivos y sus efectos secundarios.
  • Reducción del riesgo de metástasis: La detección temprana puede ayudar a prevenir la propagación del cáncer a otros órganos, lo que puede ser crucial para la supervivencia a largo plazo.
  • Mayor control sobre las opciones de tratamiento: Cuando se detecta el cáncer de mama en sus etapas iniciales, las pacientes suelen tener más opciones de tratamiento disponibles, lo que les permite tomar decisiones más informadas sobre su atención médica.
  • Menos costos: En muchos casos, los tratamientos para el cáncer en sus etapas avanzadas pueden ser mucho más costosos que los tratamientos en etapas iniciales. La detección temprana puede ayudar a reducir los costos médicos a largo plazo.
  • Menos estrés emocional: La detección temprana puede reducir la incertidumbre y el estrés emocional asociados con un diagnóstico de cáncer de mama. Las pacientes pueden recibir un tratamiento oportuno y estar más seguras sobre su pronóstico.

Riesgos de las pruebas de detección

Entre los riesgos significativos están:

  • Tener un resultado falso positivo en la prueba: Un resultado falso positivo es cuando un médico ve algo que parece cáncer, pero no lo es. Esto puede llevar a hacerse más pruebas, lo cual puede ser caro, invasivo, llevar mucho tiempo y causar ansiedad. 
  • Tener un sobre-diagnóstico: Esto es cuando los médicos encuentran un cáncer que no habría causado síntomas o problemas, o que incluso podría desaparecer por sí solo. El tratamiento de estos cánceres se llama el exceso de tratamiento. El exceso de tratamiento puede incluir tratamientos recomendados para el cáncer de mama, tales como cirugías o radioterapia. Estos pueden causar efectos secundarios innecesarios o no deseados.
  • Dolor durante los procedimientos y exposición a la radiación de la mamografía: Aunque la cantidad de radiación en una mamografía es mínima, hay riesgos de recibir rayos X con frecuencia.
  • Tener un resultado falso negativo: Las mamografías también pueden pasar por alto algunos cánceres, que puede retrasar la detección y tratamiento de cáncer.

Incidencia mundial de cáncer de mama

Datos de los Institutos Nacionales de Salud (NIH, por sus siglas en inglés)

  • Cerca del 13% de las mujeres de la población general tendrán cáncer de seno en algún momento en su vida.
  • Del 55% al 72% de las mujeres que heredan una variante de BRCA1 presentarán cáncer de seno entre los 70 y 80 años de edad.
  • Del 45% al 69% de las que heredan una variante en BRCA2, presentarán cáncer de seno entre los 70 y 80 años de edad.

Contexto nacional del cáncer de mama

Según estadísticas del Observatorio Global del Cáncer de la OMS (GLOBOCAN) para el 2020, en Guatemala se reportaron:

  • 7,433 casos nuevos
  • 4,105 muertes por cáncer de mama
  • 15,656 personas que viven con cáncer en los últimos 5 años

Estrategias para la prevención a gran escala

Desafortunadamente, la mayoría de los cánceres de mama no pueden ser prevenidos o evitados a través de la modificación de los factores de riesgo. Por lo tanto, los países realmente necesitan enfocarse en programas de detección temprana de cáncer de mama (atención primaria).

Las estrategias de detección temprana pueden variar entre los diferentes países, basándose en la capacidad del sistema de salud a nivel nacional y subnacional. En países en donde el cáncer de mama se detecta tardíamente, es decir que es fácilmente palpable o visible, se requiere un cambio importante para que las pacientes sean detectadas tempranamente y esta detección empieza con programas de concientización y educación. Estos programas deben enfocarse en identificar personas con signos y síntomas que sugieren malignidad y referirlos a servicios de diagnóstico de cáncer.  Estrategias de tamizaje de cáncer de mama pueden ser una meta, en las cuales las mujeres en un grupo objetivo de edad, que no presenta signos o síntomas de cáncer de mama se realizan análisis anuales o cada dos años. Para esto se requiere infraestructura y medidas de control de calidad que sean totalmente funcionales, por lo que todos los sistemas de salud, particularmente el personal de salud, debe tener la capacidad de diagnosticar complicaciones sintomáticas de las mamas, tales como masas o protuberancias, engrosamiento u otras anormalidades clínicamente detectables, independientemente de su capacidad para organizar efectivamente programas de tamizaje. 

Referencias

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